Bitácora de Aníbal Vial

  Miguel Moya, egresó el año 1978 del Centro Educativo Salesianos Talca (CEST), donde estudió Sastrería, hoy es presidente de la Asociación Antiguos Alumnos del Centro, y a continuación, repasa con orgullo su trayectoria técnica profesional, “fue muy enriquecedora”, afirma. “Uno estudió estas áreas técnico profesional con la finalidad de buscar la forma de salir al mundo del trabajo y teniendo como objetivo final el poder formar un propio taller, un emprendimiento” señala Miguel Moya, exalumno del Centro Educativo Salesianos de Talca. Miguel estudió la especialidad de Sastrería, la cual ya no existe. Cuenta que ejerció como sastre y hoy trabaja como funcionario público en la Dirección de Vialidad de la región del Maule, sin embargo, destaca que la formación técnica profesional fue clave para fortalecer y formar el carácter y la personalidad: “me ayudó mucho por la relación con otras personas. El trato con los trabajadores, para manejar el taller, tener que cumplir las leyes, etc. Eso t

  El profesor Víctor Flores, hace clases desde hace 15 años y desde el año 2008 trabaja en el Colegio Diocesano Obispo Labbé, de Iquique, como docente de la especialidad de Electricidad y Electrónica. “Esta nominación, me significó, demostrar a mis estudiantes la coherencia de cómo los motivo a que el día de mañana sean excelentes personas y profesionales”, afirma. De su labor como docente TP, Víctor destaca dos cosas, por un lado, a largo plazo, el poder impactar “profunda y positivamente” en los estudiantes fuera del aula de clases, entregándoles herramientas para la vida. Y, por otro lado, a corto plazo, el poder abordad la diversidad de alumnos que existen en la sala. Para Víctor hay tres tipos de alumnos, aquellos que tienen habilidades innatas, aquellos que tienen más dificultades y hay que apoyar constantemente, y también hay alumnos “invisibles”, a quienes les cuesta expresarse. Víctor ve que, respecto a este tercer grupo, el docente tiene un rol importantísimo: “observar cuále

  Fundada en 1949 en la comuna de Catemu, este establecimiento actualmente forma a 340 estudiantes entre Séptimo Básico a IV Medio e imparte la especialidad técnico profesional de Agropecuaria con mención en Agricultura. FICHA - Nombre: Escuela Agrícola Salesiana Fundación Huidobro. - Matrícula: 340 alumnos. - Niveles: Séptimo Básico a IV Medio. - Especialidad TP: Agropecuaria, mención Agricultura. - Ubicación: Catemu, Región de Valparaíso.  Un poco de historia… La Escuela Agrícola Salesiana Fundación Huidobro comenzó a funcionar con 32 alumnos hombres. En 1965, sufrió las consecuencias del terremoto y el Padre José Tardivo, quien asumió como director al año siguiente, tuvo como principal objetivo trabajar en su reconstrucción.  Con más de 60 años, en 2014 por primera vez, ingresaron a estudiar mujeres a la Escuela y en 2020, se realizó un cambio de administración, donde se estableció que el representante legal debe ser consagrado y se nombró a la primera rectora laica. Actualmente, el

  Sofía Flores egresó el año 2015 del Centro Educacional Menesiano Culiprán de Melipilla, región Metropolitana, donde estudió Agropecuaria. Actualmente es profesora del colegio y, además, está cursando su segundo año de Medicina Veterinaria. El ser técnico profesional da seguridad para los pasos del futuro, asegura. A Sofía la educación técnico profesional del Liceo le entregó las herramientas necesarias para decidirse por una carrera que le apasiona, así lo afirma. “A pesar de ser de campo toda mi vida, la especialidad técnico agrícola me acercó más a los animales de producción y el respeto a ellos”, asegura. Actualmente, como docente del mismo colegio donde se formó, el Centro Educacional Menesiano Culiprán está a cargo de las alumnas que trabajan en la parcela ganadera del establecimiento, área en la que se ha ido especializando con sus estudios en Medicina Veterinaria. Sofía Flores cuenta que el estudiar en un liceo TP, permite tener un título, por si no se puede continuar con otro

  El objetivo de la iniciativa fue dar a conocer el establecimiento, sus instalaciones y las especialidades técnico profesional a futuras estudiantes y sus familias. “Las puertas abiertas permiten conocer el colegio en normal funcionamiento y la calidad de las relaciones entre todos sus miembros”, afirma el director de este colegio de Melipilla. Con una matrícula de 500 alumnas, el Colegio Nuestra Señora de La Presentación de Melipilla es una institución de orientación católica dependiente de las hermanas Dominicas de la Presentación, que tiene como horizonte pedagógico ofrecer educación de calidad, inclusiva y equitativa para formar integralmente mujeres capaces de movilizar competencias laborales, sociales y valóricas que les permitan incorporarse al mundo del trabajo o continuar  estudios superiores, hasta consolidar su proyecto de vida. Cuenta con cuatro especialidades técnico profesional: Atención de Párvulos, Vestuario y Confección Textil, Gráfica y Contabilidad. A través de esta

  Con el apoyo de la Fundación Irarrázaval, este establecimiento educacional ubicado en la comuna de Melipilla, Región Metropolitana, pudo concretar el sueño de contar con un espacio propicio para el desarrollo de la creatividad e ideas innovadoras en los estudiantes. Héctor González, director de Administración y Finanzas de la Fundación Irarrázaval, participó de la ceremonia de inauguración realizada el pasado 17 de agosto, y tuvo la oportunidad de dirigirse a los presentes. “Los felicitamos por el colegio que tienen. Como Fundación hace bastante tiempo que los estamos apoyando y es una alegría estar hoy inaugurando esta sala de clases, porque contribuirá a que los estudiantes aprendan mejor y quieran estar más en el colegio”, indicó. La sala de proyectos es un espacio espacialmente diseñado para que 90 estudiantes puedan trabajar en simultáneo y desarrollar al máximo su creatividad. El aula es multifuncional y cuenta con diversas pizarras y espacios apropiados para que los alumnos pl