Fundada en 1949 en la comuna de Catemu, este establecimiento actualmente forma a 340 estudiantes entre Séptimo Básico a IV Medio e imparte la especialidad técnico profesional de Agropecuaria con mención en Agricultura.

FICHA
- Nombre: Escuela Agrícola Salesiana Fundación Huidobro.
- Matrícula: 340 alumnos.
- Niveles: Séptimo Básico a IV Medio.
- Especialidad TP: Agropecuaria, mención Agricultura.
- Ubicación: Catemu, Región de Valparaíso. 

Un poco de historia…

La Escuela Agrícola Salesiana Fundación Huidobro comenzó a funcionar con 32 alumnos hombres. En 1965, sufrió las consecuencias del terremoto y el Padre José Tardivo, quien asumió como director al año siguiente, tuvo como principal objetivo trabajar en su reconstrucción. 

Con más de 60 años, en 2014 por primera vez, ingresaron a estudiar mujeres a la Escuela y en 2020, se realizó un cambio de administración, donde se estableció que el representante legal debe ser consagrado y se nombró a la primera rectora laica.

Actualmente, el establecimiento cuenta con internado y su matrícula es de 340 alumnos. La rectora, Nataly Araya, afirma que “son alumnos con 95% de vulnerabilidad de diversas comunas entre la región de Valparaíso, Coquimbo y Metropolitana”.

La misión institucional es “educar y evangelizar a preadolescentes y jóvenes, especialmente a los/as más vulnerables, desarrollando los valores de la pedagogía salesiana, (...) Para así, formar un joven crítico, consciente y respetuoso de la sustentabilidad ambiental, tanto en su quehacer profesional como de su entorno, llevando a la práctica la educación recibida para enfrentar en mundo laboral, cívico, espiritual y afectivo”.

En la Fundación Irarrázaval, como señala el director de Gestión en Educación León Urruticoechea, se promueve el hacer comunidad entre establecimientos que tengan como misión evangelizar, “queremos que colegios que comparte una misma misión puedan apoyarse y fomentar una educación integral técnica profesional”, afirma.

“Conocer, hacer, convivir y ser”

Los sellos pedagógicos del colegio se fundan en torno a cuatro aprendizajes: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a convivir, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; y aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores.

Ángela Vicencio, coordinadora pedagógica, revela que el primer sello que se busca plasmar es “aprender a ser y convivir como ‘buenos cristianos y honestos ciudadanos’, pensando en la sociedad de hoy y del mañana”. “Otro sello que busca desarrollar nuestra escuela es ‘aprender a conocer y hacer a través de desafíos técnicos, por un bien común con conciencia ambiental’”, agrega.

Dentro de los valores que promueve la Escuela, se encuentran la autonomía, responsabilidad, respeto, solidaridad, honestidad, fe y conciencia ambiental.

Educación TP

La rectora asegura que la educación técnico profesional “aporta muchísimo” en la formación profesional de los estudiantes. “Es un establecimiento que aborda todas las ramas del agro y animal, además de conocimientos enológicos, y en agroecología”, destaca Nataly Araya y agrega que, al entrar a carreras afines en la educación superior, los jóvenes “llegan con una buena base”.

Por su parte, la coordinadora pedagógica, resalta el aporte en materia de herramientas personales “como liderazgo, responsabilidad, iniciativa, proactividad, entre otras habilidades blandas que son valoradas y buscadas por los empresarios”.

Sobre el futuro, Ángela Vicencio revela que la Escuela cuenta con un sistema de acompañamiento a los estudiantes en proceso de práctica profesional y que hace tres años tomaron el desafío de llegar a ser un centro regional de formación agroecológica. “Esto está transformando la formación de nuestros jóvenes”, asegura.

Fundación Irarrázaval

“Desde que la escuela ingresó a la RED de la Fundación Irarrázaval hemos podido concretar grandes sueños para desarrollar con los estudiantes”, señala Nataly Araya.  A lo largo de los años, el aporte de la Fundación ha permitido equipar de mejor manera la especialidad TP agropecuaria con adquisición de maquinaria, materiales y herramientas.

“También nos ha permitido poder asegurar la asistencia de los jóvenes con el proyecto viajando seguro, para contar con buses de acercamiento, que trasladan a los jóvenes, ya que la mayoría son de sectores rurales”, explica la rectora.  Asimismo, destaca que la Fundación Irarrázaval ha permitido formar en valores éticos y espirituales a los jóvenes.






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