Educación TP: la posibilidad de interactuar con el mundo laboral.

 

Miguel Moya, egresó el año 1978 del Centro Educativo Salesianos Talca (CEST), donde estudió Sastrería, hoy es presidente de la Asociación Antiguos Alumnos del Centro, y a continuación, repasa con orgullo su trayectoria técnica profesional, “fue muy enriquecedora”, afirma.

“Uno estudió estas áreas técnico profesional con la finalidad de buscar la forma de salir al mundo del trabajo y teniendo como objetivo final el poder formar un propio taller, un emprendimiento” señala Miguel Moya, exalumno del Centro Educativo Salesianos de Talca.

Miguel estudió la especialidad de Sastrería, la cual ya no existe. Cuenta que ejerció como sastre y hoy trabaja como funcionario público en la Dirección de Vialidad de la región del Maule, sin embargo, destaca que la formación técnica profesional fue clave para fortalecer y formar el carácter y la personalidad: “me ayudó mucho por la relación con otras personas. El trato con los trabajadores, para manejar el taller, tener que cumplir las leyes, etc. Eso también da una visión de lo que es el mundo laboral, cuando uno desarrolla estas actividades”, afirma. 

En ese entonces, como recuerda el exalumno de Salesianos Talca, la especialidad se estudiaba durante cinco años. Asimismo, recuerda la formación técnica “muy enriquecedora en la parte personal, en la parte humana porque le da la posibilidad a uno de interactuar, a temprana edad, con otras personas, en la misma especialidad y eso me ayudó mucho, en mi carácter, en mi formación”.

Buenos maestros, buena experiencia

Miguel Moya recuerda con nostalgia su paso por el Centro Educativo, “nuestra generación tuvo la suerte de tener muy buenos maestros. Personas que nos preparaban muy bien”. También revela que la especialidad de Sastrería en el CEST era destacada a nivel nacional. “Nos preparaban tan bien. Salíamos bien formados. Tenía un prestigio, eran buscados los sastres del colegio”, dice.

Lamentablemente, como señala Miguel, la especialidad de Sastrería no continuó, debido a la llegada de las grandes tiendas, entre otras causas. Sin embargo, la formación recibida perdura, “creo que la ventaja fundamental de la educación técnica profesional era que uno salía con las herramientas para ganarse la vida”.

“También es una muy buena herramienta para aquellas personas que tienen capacidad de emprendimiento”, añade Miguel y concluye: “Creo que también se necesita gente que pueda laborar con sus manos algún trabajo, no tan solo tecnológico. Eso hoy día está siendo muy valorado. Muchos exalumnos tienen diferentes talleres y que si desarrollan esa capacidad de emprendimiento les va bastante bien y son buscados. Lo importante en esto es hacer las cosas bien, a conciencia, no tratar de engañar al cliente. Si uno entrega un buen resultado, un buen trabajo, esa es la mejor carta de presentación para ir creciendo”.