La iniciativa impulsada por Fundación Irarrázaval y administrada por SNA Educa llega a más de 6 mil estudiantes al año.

 


Como respuesta a la necesidad de mejorar el equipamiento y la tecnología en los liceos de enseñanza media técnico-profesional, especialmente aquellos ubicados en áreas rurales, nace el Aula Móvil.  Se trata de una sala de clases itinerante equipada con tecnología de automatización industrial y mecatrónica. En ella, los alumnos y profesores tienen acceso a equipamiento didáctico de neumática, electroneumática, programación de PLC (Controlador Lógico Programable), sistemas fotovoltaicos y sistemas modulares productivos.

La mecatrónica es una disciplina que integra la mecánica, la electrónica y la informática y los costos que implica adquirir esta tecnología para los establecimientos es elevado. Con este innovador proyecto “ Se cubre la demanda de equipamiento y se brindan oportunidades de aprendizaje significativas a toda la comunidad educativa”, explica el encargado del Aula Móvil, Emmanuel Álamos.

“Esta infraestructura les permite a los estudiantes y docentes emular sistemas industriales a escala reducida, brindándoles la oportunidad de aprender y practicar habilidades en estas áreas”, señala Álamos.

La iniciativa es financiada por la Fundación Irarrázaval y administrada por SNA Educa. Durante el año recorre 10 liceos de la red educacional SNA Educa entre Iquique y Coyhaique y beneficia a más de 6 mil estudiantes. “Este es un proyecto que nos encanta, porque fue una propuesta muy innovadora donde optimizamos el uso de los recursos. La avanzada tecnología que posee el Aula Móvil puede ser usada por varios colegios durante el año e impactar un número importante de estudiantes”, revela León Urruticoechea, director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval.

Aprendizajes

Gracias a la tecnología que ofrece el Aula Móvil, los estudiantes se capacitan en la instalación y montaje de sistemas neumáticos, hidráulicos, electroneumáticos, en la simulación de procesos, la interpretación de planos, la programación de PLC, la conexión de sistemas de energía fotovoltaica, los protocolos de comunicación, el diseño de proyectos, el mantenimiento industrial y la detección de fallas.

Respecto a las habilidades blandas, aprenden a trabajar en equipo, a comunicarse de manera efectiva, a resolver problemas, a adaptarse a diferentes situaciones, a pensar de manera crítica y a utilizar la creatividad para encontrar soluciones innovadoras.

“Participar en proyectos colaborativos les permite aprender a colaborar con sus compañeros, expresar sus ideas de forma clara y encontrar enfoques creativos para superar los desafíos que se les presentan”, destaca el encargado del proyecto.

Uno de los colegios beneficiados es el Liceo Agrícola El Huertón de Los Ángeles, que también es el centro de logística, innovación y mantención del Aula y que sirve como base principal una vez concluido el recorrido.

Felipe Cardona, profesor del área Eléctrica de este establecimiento cuenta que los estudiantes han tenido la oportunidad de programar procesos industriales de manera práctica y aplicada. “Estas habilidades adquiridas en el Aula Móvil son altamente relevantes, ya que reflejan los desafíos y las necesidades actuales de cualquier industria en todo el mundo”, afirma.

Asimismo, el docente resalta que los estudiantes desarrollan habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico al enfrentarse a desafíos prácticos y que “han aprendido a identificar y solucionar fallas en los sistemas automatizados, así como a optimizar los procesos para mejorar la eficiencia y la calidad de los resultados”.

“El Aula Móvil tiene un impacto significativo en el entorno en el que se encuentran los estudiantes. Al proporcionarles la oportunidad de aprender y trabajar con equipamiento de vanguardia, se fomenta el espíritu innovador y se promueve el desarrollo de soluciones creativas para los desafíos locales. Esto puede tener un efecto positivo no solo en la vida de los estudiantes, sino también en la comunidad en general”, sostiene Cardona.

Visitas

En su recorrido anual a lo largo del país, la estadía en cada establecimiento se extiende aproximadamente por tres semanas y este no solo beneficia al centro educativo en sí, sino que también se abre a la comunidad local.

El encargado del proyecto cuenta que un gran ejemplo de este año fue la visita al Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado de Pica, ocasión en la que la presencia del Aula Móvil atrajo la atención de escuelas de enseñanza básica, superior y también de autoridades locales.

“La visita se convirtió en un evento novedoso y de gran inspiración para todos los asistentes, generando un impacto positivo en la comunidad educativa y en la localidad en general”, recuerda Álamos.


 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

“El profesor debe dar humanidad”

En el marco de los 100 años de la Fundación Irarrázaval se realizaron cinco encuentros con directores

Docentes de Mecánica Automotriz de la RED Irarrázaval se capacitan en electromovilidad.