El aula virtual y el trabajo colaborativo en Pandemia

Una de las prácticas que se dio durante la pandemia, para lograr motivar a los alumnos a distancia, fue el trabajo colaborativo entre distintas asignaturas y especialidades. Cecilia Rodríguez y Felipe Gárate, del Complejo Educacional Ernesto Müller López de Talagante, nos contaron algunos ejemplos que realizaron el 2020 con muy buenos resultados: “A los profesores y alumnos les gustó muchísimo”, afirman.



“Hicimos hartos trabajos colaborativos y también de aprendizaje basado”, comenta Cecilia Rodríguez, directora del Complejo Educacional Ernesto Müller López, perteneciente a la RED Irarrázaval en la comuna de Talagante.

Cecilia cuenta que el primer trabajo colaborativo fue sobre el año nuevo mapuche, entre las asignaturas de Lenguaje, Inglés e Historia, para cuya presentación final se invitó a una persona representante del pueblo mapuche. Luego, hicieron otro sobre la relevancia del cine, entre Historia e Inglés: “se sincronizaron super bien los profesores para trabajar. Eligieron las mejores presentaciones de los cursos, las que se expusieron el día final. A los profesores y alumnos les gustó muchísimo. Fue bastante bueno”, afirma la directora.

Otra instancia de trabajo colaborativo, desarrollada en el Complejo Educacional Ernesto Müller López, fue el desarrollo de un aula virtual. Felipe Gárate, jefe de Producción del establecimiento, cuenta que, al hacer una evaluación sobre las clases virtuales, notaron que los alumnos se aburrían, “entonces vimos la oportunidad de hacer clases en terreno, por ejemplo, la poda de parrones, y así desarrollamos una clase práctica virtual, en terreno”, a esta clase la llamaron “aula virtual”.


Esta nueva modalidad gustó muchísimo y así, profesores de distintas asignaturas, quisieron unirse. De esta forma, en la misma clase de poda, por ejemplo, sumaban al profesor de Matemáticas, con conocimientos de esa asignatura. “El día que menos alumnos tuvimos conectados fueron 75 y llegamos, incluso, a tener 172 conexiones”, afirma Felipe.


Incluso, tenían programadas aulas de 45 minutos, pero era tanta la motivación de los alumnos, las preguntas y comentarios que, finalmente, eran de alrededor de 2 horas. “Es una experiencia que hay que replicar”, enfatiza Felipe y, agrega, que “con las aulas virtuales logramos que los alumnos salieran de sus casas, sin hacerlo físicamente, e incluso la familia lo hacía con ellos”.


Anibal Vial, Chile, feb. 2021



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